viernes, septiembre 03, 2010

Granos de café


Sería bueno tener
Por casa el molino,
Aquel donde rompes mis huesos.
Granos de café.

Después sabría
Que en agua hirviendo
Bañarías mi templo,
Me arrancarías el alma.
Parte de ella
En vapor (aroma)
Regresaría viento a los cafetales,
y la otra, inundaría tus pulmones,
regresándome en suspiros.

Le darías después
forma de taza a mi cuerpo de líquido
amargo y profundo,
me darías a beber a los clientes
para que a su gusto,
me añadan alegría y azúcar
o quizá tristeza de lo artificial,
nombrándola leche en polvo,
mezclándome en sus gargantas
con sabor a humo,
dando vida a ideas serenas y efímeras
en pláticas,
intoxicándome con su sangre.

Te pagarían por mí,
y recogerías
lo que sobre de mí.
Me tirarías a la basura.
De los escombros
volviéndome abono,
volvería a ser grano
y a morar en tu molino
para repetir el ciclo.
Amor que me das y me haces,
preparando mi espíritu…
para que me beba el mundo.